El glaucoma no tiene cura y el daño que haya podido producir en los tejidos oculares, es irreversible. Los tratamientos para esta enfermedad básicamente intentan frenar su progresión. Hay diferentes tipos:
Cirugía tradicional.
Con el objetivo de controlar la presión dentro del ojo se colocan unos implantes debajo de la piel exterior del mismo. Se ha demostrado una efectividad de un 90% en este procedimiento.
Cirugía láser.
El objetivo de este procedimiento es la de agrandar el conducto de drenaje para ayudar a que el humor acuoso salga del ojo.
Fármacos en forma de colirio.
En la mayoría de los casos, el glaucoma puede controlarse con fármacos en gotas que se aplican cada día en el ojo y reduciendo la presión intraocular hasta controlar la enfermedad.
No está demostrado que con remedios naturales se puede detener la progresión del glaucoma, pero sin es recomendable tener hábitos saludables como una dieta rica en frutas y verduras, evitar los elementos ricos en azúcares, practicar ejercicio moderado de forma frecuente, moderar el consumo de alcohol y cafeína o evitar la exposición prolongada al sol.
El glaucoma no tiene cura y el daño que haya podido producir en los tejidos oculares, es irreversible. Los tratamientos para esta enfermedad básicamente intentan frenar su progresión. Hay diferentes tipos:
Cirugía tradicional.
Con el objetivo de controlar la presión dentro del ojo se colocan unos implantes debajo de la piel exterior del mismo. Se ha demostrado una efectividad de un 90% en este procedimiento.
Cirugía láser.
El objetivo de este procedimiento es la de agrandar el conducto de drenaje para ayudar a que el humor acuoso salga del ojo.
Fármacos en forma de colirio.
En la mayoría de los casos, el glaucoma puede controlarse con fármacos en gotas que se aplican cada día en el ojo y reduciendo la presión intraocular hasta controlar la enfermedad.
No está demostrado que con remedios naturales se puede detener la progresión del glaucoma, pero sin es recomendable tener hábitos saludables como una dieta rica en frutas y verduras, evitar los elementos ricos en azúcares, practicar ejercicio moderado de forma frecuente, moderar el consumo de alcohol y cafeína o evitar la exposición prolongada al sol.